Una treintena de escolares, de entre 8 y 12 años, resultan premiados por sus dibujos sobre las energías limpias y renovables Los pequeños muestran en sus obras su apuesta e inquietudes por la conservación del medio ambiente.
31/10/2010 I. BRAVO
Sensibilizar y concienciar a los más pequeños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente es, globalmente, el fin del concurso que desde hace ya catorce años organiza para los escolares cacereños la cadena Cope. El medio ambiente y la conciencia ecológica como tema general todos los años, y un tema concreto y particular para cada edición, que en la de este año se ha centrado en las energías limpias y renovables.
Era por estas energías por las que debían apostar, mostrar sus inquietudes en relación con estas energías y su importancia en la prevención del cambio climático y la conservación del medio ambiente, aquellos escolares, de entre 8 y 12 años, que quisieran participar en el certamen. Y para hacerlo, nada mejor que a través del dibujo, "que es como mejor se pueden expresar los niños de vuestras edades", como haría constar ayer en el acto de entrega de premios a los ganadores Francisco Torres, concejal que asistió al acto, celebrado en el edificio Valhondo, en representación de la corporación.
Cientos de niños, de numerosos centros escolares de la ciudad, participaron en el certamen, "y aunque todos hubiesen merecido ganar", señalaría Florencio Bañeza, director de la cadena Cope, 30 han sido los afortunados. "En vuestros dibujos habeis sabido reflejar la necesidad de las energías limpias para poder tener un futuro mejor, y por ello el jurado ha seleccionado vuestros trabajos".
Mientras los adultos les hablaban, los pequeños artistas esperaban impacientes la entrega de regalos, que uno a uno fueron recogiendo ilusionados. También orgullosos, todos, pero sobre todo los que se alzaron con los tres primeros premios: El pequeño Alvaro Ruiz Mayoral, del Colegio Donoso Cortés; Adaya Ruiz Mayoral, del Sagrado Corazón; y la campeona absoluta, Lara Santano, del Colegio El Vivero.
Tras recibir sus regalos y golosinas, los pequeños, sus padres y todos los asistentes disfrutaron, pese a la lluvia, de una barbacoa que para todos ellos habían preparado los organizadores.
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